La discusión se produjo en un
debate en el Parlamento Europeo sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres.
Durante el mismo, la eurodiputada
del PNV Izaskun Bilbao habló de empezar a luchar contra esta consecuencia de la
desigualdad mejorando la
conciliación y la corresponsabilidad en cada hogar y por asignar
responsabilidades en empresas y sector público por mérito y capacidad, sin que
el género penalice.
Janusz Korwin-Mikke respondió:
"¿Sabe usted qué papel ocupaban las mujeres en las Olimpiadas griegas? ¿La primera mujer griega? Se lo digo yo, el puesto 800. ¿Sabe usted cuántas mujeres hay entre los primeros cien jugadores de ajedrez? Se lo diré: ninguna. Por supuesto, las mujeres deben ganar menos que los hombres porque son más débiles, más pequeñas, menos inteligentes".
Se digan dónde se digan y las
diga quien las diga, estas declaraciones son claramente machistas e indecentes. Y lo lamentable es que sean por parte de un
político, y preocupante que éste tenga votos a favor, a pesar de ser conocido
por sus ideales ultraderechistas fuera votado en 2015 quedando a las puertas de entrar en la cámara.
Se le conoce por sus malas formas
e insultos (menospreciar a las mujeres, tratar de “basura” a las personas
inmigrantes, hacer apología nazi...), y en pleno siglo XXI es para cuestionarse
si estamos retrocediendo socialmente, y cómo está siendo la educación de
nuestros jóvenes, que en este caso han sido los principales votantes del
partido que representa Korwin-Mikke, al
igual que en otros casos parecidos.
Por otro lado la justicia hizo su parte, y éste hombre no quedó sin su
debida sanción, como cada vez que ha faltado el respeto en las cámaras.
Las culturas y educaciones recibidas por una persona que ya están
arraigadas son muy difíciles de cambiar. No podemos cambiar la forma en que se
ha educado, pero podemos influir en que nuestros jóvenes y siguientes
generaciones tengan por principio el respeto y la igualdad entre las personas,
que poco a poco y con tanto esfuerzo hemos ido consiguiendo.